Con la caída del Imperio, fueron las tribus bárbaras quienes adoptaron esta religión y por supuesto siguieron produciendo vino. Los Visigodos se asentaron en nuestro territorio hasta la llegada de los árabes en el 711. Con la llegada de los musulmanes, no penséis que se dejó de cultivar viñas ya que el fruto se comía en forma de uva, de pasas y haciendo una especie de jarabe, estilo al arrope, pero se dice que muchos musulmanes se saltaban las normas de Mahoma y se emborrachaban alguna que otra vez. Además de esto, en Al- Andalus muchos de los visigodos cristianos siguieron viviendo, practicando su religión, por lo que había una necesidad de seguir cultivando viñas para la producción del vino, que representaba la sangre de Cristo.
Cuando los Reinos Cristianos comenzaron su reconquista del territorio años después de la invasión musulmana, en el territorio reconquistado se comenzaron a plantar viñas cerca de los Monasterios y era función de los monjes hacer el vino para la Iglesia.
El tipo de vino que se hacía entonces era considerado «joven». Bueno, no había ninguna consideración, simplemente era vino, el cual hoy llamaríamos joven.
De la Edad Media vamos a pasar al s XIX, cuando algunos viticultores viajan a Francia para descubrir los secretos del vino de Burdeos. Observan que el vino francés tiene unos métodos diferentes de elaboración tales como macerar la piel de la uva tinta (hollejo) con el mosto para otorgar más aroma, color y astringencia al vino o conservarlos en barricas de roble para dar otros aromas y alargar la vida del vino (son los ingleses los que piden esto en el s XVIII). Entre estos viticultores se encuentra el Marqués de Riscal y el Marqués de Murrieta, dos de las bodegas más antiguas de Rioja. También fueron de los primeros que empezaron a embotellar el vino en España.
Años más tarde una plaga del viñedo llegó a Europa y acabó con el 90% de la vid francesa. La plaga era la filoxera y ¿Qué es? Pues una especie de escarabajo que al poner huevos, las larvas se alimentan de la raíz matando la planta. El ‘bicho’ llegó a Europa (se dice) desde Estados Unidos. Vivía en las vides en EEUU. La vid americana no es apta para comer la uva ni para hacer vino, es ornamental y se dice que los ingleses con la moda de los jardines Victorianos se trajeron una cuantas que hicieron que el ‘bicho’ llegase a Francia años después. Otra leyenda dice que fue George Washington, amante del vino y con viñedos quien confabuló todo para que Francia no tuviera vino y EEUU fuera el líder mundial en vino, pero la fechas no cuadran como en 70 años desde que murió el primer presidente estadounidense y la filoxera llegó a Europa.
Total, que los franceses sin viñedos, deciden venir a España y a comprar a los españoles el tipo de vino que los franceses quieren. Se invirtió en bodegas, se exportó toneladas de vino a Francia y esto provocó 2 cosas. Primero, bodegas españolas comienzan a producir cantidades ingentes de vino para exportar y segundo, los métodos del vino de Burdeos llegan para quedarse ya que se hace un vino de mayor calidad. También crea un gran beneficio económico en las regiones vinícolas. Por ejemplo la Primera Revolución Industrial con el ferrocarril llega a España gracias al vino, con la construcción del tren Haro-Bilbao para que el vino producido en Rioja llegase al puerto de Bilbao y de ahí en barco a Burdeos o que las 2 primeras ciudades con luz eléctrica fuesen Haro en La Rioja y Jerez para iluminar las bodegas dice mucho.
¿Qué vino se comenzó a producir en España en el s XIX y qué vino se producía antes?
Como hemos comentado antes, antiguamente el vino producido en España era considerado ‘joven’. Es decir había una fermentación alcohólica y posteriormente se guardaba el vino (En cuevas, bodegas, etc.) que se iba consumiendo durante el año. A partir del s. XIX todo cambia. Productores de la zona de Burdeos comienzan a llegar a España, especialmente a la zona de Rioja para producir vino estilo bordelés. Escogen Rioja por la cercanía, climatología y ‘terroir‘. En cuanto ven el vino producido aquí, deciden introducir cambios.
Que no te la den con queso
Frase hecha que nos ha acompañado con el paso de los años y que tiene mucho que ver con el vino ya que tras la fermentación alcohólica, debe haber otro proceso llamado fermentación malo-láctica (para los biólogos, sí, no es una fermentación). Un proceso que transforma los ácidos málicos en ácidos lácteos para otorgar suavidad a los vinos (tintos). Este proceso requiere de paciencia (unos meses) y un poco de temperatura.
Antiguamente se incluso podían hacer pequeños fuegos en la bodega para subir la temperatura y despertar a la bacteria encargada del trabajo. Aunque a veces el productor no podía esperar a que acabase el proceso y ‘engañaba’ al comprador. Imaginad lo siguiente:
Eres un tabernero en Bilbao y quieres comprar vino. Vas hasta Rioja y contactas con una bodega para comprar 100 litros de vino, cuando estás en la bodega el bodeguero te ofrece un vino (asqueroso). Con una acidez extremadamente alta para un vino tinto por no haber realizado la fermentación malo-láctica. Le dices que no quieres ese. Entonces te comenta que te va a dar su mejor vino. Continuáis por la bodega y probáis un vino de una cuba (exactamente el mismo tipo de vino), pero esta vez te ofrece un poco de queso para, dice, limpiar el paladar del anterior vino. En el momento que pruebas el segundo vino, su acidez ha menguado por el queso. Te parece mucho mejor, aunque sea el mismo vino. Incluso piensas que en vez de 100, comprarás 200 litros. El bodeguero aparentemente asombrado y contento, se está riendo por dentro. Has creado una fermentación malo-láctica en la boca y ahora el vino tinto está mucho mejor, aunque en el momento que vuelvas a Bilbao, te darás cuenta del engaño. Ese bodeguero ya no volverá a trabajar contigo, ni probablemente con ningún bodeguero de Bilbao.
Otra de las novedades que aportó la llegada de la filoxera a nuestro vino fue el envejecimiento en barrica. Este proceso aporte diferentes aromas, sabores y eleva la tanicidad (hace el vino más astringente-seco), pero no es el único proceso que incrementa los taninos, la maceración con el hollejo, la piel, también lo hace. Esto lo que ayuda es que el vino dure más en el tiempo, ya que los taninos son antioxidantes, por lo que se pueden conservar más tiempo de una forma óptima.
Los vinos clásicos de Rioja (Crianza-Reserva-Gran Reserva) vienen de entonces.
En la actualidad, las bodegas siguen otros cánones a los clásicos, los vinos de autor están creados pensando en el mercado y no en la tradición. Esto nos da una gama increíble de vinos para elegir (Siempre con moderación).